Introducción: El mundo de las tinieblas avanza y gobierna sobre el mundo a

raíz del pecado del género humano. El reino de Dios avanza a medida que las

personas tienen un encuentro personal con Jesús y viven conforme s Su

voluntad. Los cristianos reconocemos que tenemos lucha con el reino de las

tinieblas, pero que no luchamos con nuestras propias fuerzas sino con el

poder y la autoridad de Jesús. Los escribas y fariseos acusaron a Jesús de

expulsar a los demonios por Beelzebú príncipe de los demonios porque no

podían negar Su poder sobrenatural. Jesús les refutó su reclamo haciéndole

saber que un reino, una ciudad o una casa dividida en sí mismo no pueden

permanecer. Satanás no puede echar fuera a Satanás y permanecer. Jesús dijo,

que cuando el hombre fuerte que guarda la casa es vencido y quitadas las

armas en las cuales confiaba, entonces su casa puede ser saqueada. Jesús

pintó a Satanás como el hombre fuerte y sus demonios como sus agentes. Jesús

hizo precisamente eso, venció al hombre fuerte, le quitó sus armas y lo

despojó para que ahora nosotros tengamos victoria en Su santo nombre. Amen.

Punto 1. ¿De dónde venían las multitudes a ver a Jesús? (Marcos 3:7-8)

Venían de diferentes lugares de alrededor y más allá. ¿Por qué quería Jesús

que sus discípulos tuvieran siempre lista una barca? (Marcos 3:9-10) Porque

la gente lo oprimía y aun caían sobre Él por tocarle. ¿Qué sucedía cuando

los espíritus inmundos veían a Jesús? (Marcos 3:11-12) Se postraban ante

Jesús y le declaraban que era Hijo de Dios.

Punto 2. ¿Qué les reprocha Jesús a los fariseos y escribas? (Marcos 3:22-23)

Jesús les reprocha la falsa acusación de que Él echaba fuera demonios por el

poder de Beelzebú. ¿Qué nos revela Dios en la respuesta de Jesús a los

fariseos y escribas y en Su Palabra? (1) (Marcos 3:23-25; Lucas 8:30;

Efesios 6:12) Dios revela que el reino de Satanás está sólidamente

organizado como un ejército. (2) (Marcos 3:27; Mateo 28:18-19) Que el hombre

fuerte quien tenía cierto dominio fue vencido y su casa fue saqueada y que

el poder es de Dios. (3) (Efesios 2:1-3; Colosenses 2:15) Que nosotros

andábamos antes siguiendo la corriente del  príncipe de la potestad del

aire, pero Jesús lo venció (lo exhibió públicamente en la cruz) para darnos

victoria en Su nombre. (4) (Marcos 16:15-18; Romanos 16:20; Lucas 10:19) Que

ahora es Cristo Jesús quien está en control por medio de la iglesia.

Conclusión: Debemos reconocer el poder de Satanás, pero no temerle. Jesús

ató a Satanás el hombre fuerte. Somos libres mientras sigamos las pisadas de

Jesús y permanezcamos fieles a Su Palabra. Luchemos con todo lo que tenemos

por el reino de Dios que a su debido tiempo se revelara en gloria y poder y

el reino de las tinieblas será destruido con todos los que le siguen

(Apocalipsis 20:10, 15). La iglesia Reinará con Cristo (Apoc. 22:5-7).