Introducción: Los magos, que eran sabios procedentes del oriente, después de un largo viaje de más de un año, por fin llegan a Jerusalén. ¿Dónde está el rey de los judíos? Preguntaron al llegar, pero esta pregunta les causó gran consternación a Herodes y a los habitantes de Jerusalén. Fueron los escribas quienes le aclararon y les indicaron a Herodes y a los magos que era en Belén donde debía de nacer el Cristo. Ellos se regocijaron grandemente al ver Su estrella y, al encontrarlo en casa, le adoraron y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. Los magos dieron de sus valiosos tesoros a Jesús, porque como rey debían ofrecerle regalos costosos. ¿Qué le ofrece usted al Rey Jesús? Dele algo que te cueste, porque Jesús merece lo mejor (2 Sam. 24:24).

Punto 1. ¿De dónde eran originarios José y María? (Luc. 1:26) De Nazaret. ¿Quién le trajo el mensaje de Dios a María? (Luc. 1:26) El ángel Gabriel. ¿Qué relación había entre José y María al llegar el ángel? (Luc. 1:27) Ellos estaban desposados, algo más que el estar comprometidos de hoy. ¿Por qué se turbó Herodes al llegar los Magos? (Prov. 27:4) Por la envidia y el miedo de que algún contrincante o aspirante al reino surgiera. ¿Por qué se turbaron los habitantes de Jerusalén? (Oseas 4:6) Les faltaba el conocimiento para entender los tiempos. ¿Quiénes eran los escribas? (Mat. 7:29) Eran doctores de las Escrituras, maestros de Israel.

Punto 2. ¿Por qué le ofrecieron los magos oro, incienso y mirra a Jesús? (Deut. 16:16) Porque era ley y costumbre que al acercarse a Dios o a rey se traía presente. ¿Qué pide o quiere Dios de nosotros? (1) (Deut. 10:12-13) que le temamos, le amemos y andemos en Sus caminos, (2) (Deut. 16:16-17) que no nos presentemos delante de Dios sin traerle ofrenda, sea ofrenda de labios o monetaria, etc., (3) (Miqueas 6:8) que seamos justos, que amemos a todos y nos humillemos delante de Dios.

Conclusión: Los magos le ofrecieron a Jesús de sus tesoros. ¿Qué le ofrecerá usted a Jesús? Dios pide nuestro corazón pues Su Palabra dice: "dame hijo mío tu corazón" (Salmo 51:17; Prov. 23:26). Dios quiere nuestro amor y quiere nuestro servicio en Su obra. Cuando Dios pide lo mejor de nosotros es porque lo que Él nos ofrece en cambio es sumamente grande y costoso (1Cor. 2:9). Dios nos dio a Su amado Hijo en rescate (Mat. 20:28). Ahora le toca a usted darle a Dios lo más preciado que usted tiene, esto es, su corazón, su vida entera (1Tes. 5:23).