Introducción: El diccionario de la lengua española define el dormir como entrar en un estado de reposo, durante el cual quedan inactivos los sentidos y los movimientos voluntarios. Dormir en lo espiritual es: estar en descuido y obrar con poca diligencia, etc. Por lo tanto, el dormir, tanto en lo físico como en lo espiritual, es estar ajeno y despreocupado de lo que ocurre a su alrededor pase lo que pase. Es lógico entonces, que el que duerme debe despertar y debe abrir sus ojos, pues nadie duerme toda la vida. El salmista ordena a su alma a despertar y le pide a Dios que abra sus ojos para ver las maravillas Su ley (Sal. 57:8; 119:18). Hablando del sueño espiritual, tampoco puede una persona permanecer en estado de inactividad, descuido, ciego o negligente toda la vida. Pablo dijo: "Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo" (Efes. 5:14). Necesitamos la luz de Cristo para poder ver bien.

Punto 1. ¿Qué le hizo Dios a Adán mientras dormía? (Gén. 2:21) Le sacó una costilla con la cual formó a Eva. ¿Cómo le habló Dios a Abimelec? (Gén. 20:3) Le habló en sueños. ¿Qué le revelo Dios a José en sueños? (Gén.37:9-10) Le reveló que llegaría el día en que su padre y su madre y sus hermanos se inclinarían ante él. ¿Qué fue lo que soñó Salomón? (1Rey. 3:5) Que Dios se le revela y le dijo que pidiera lo que quisiera. ¿Cómo avisó Dios a los magos en cuanto a cómo regresar a su tierra? (Mat. 2:12) Dios le avisó por medio del sueño.

Punto 2. ¿Qué dice el proverbista al que duerme? (1) (Prov. 6:9-11) Dice que el dormir mucho atrae pobreza y necesidad. (2) (Prov.10:5) que el que duerme en tiempo de siega no cosecha nada. ¿Qué impide el sueño al rico? (Ecles. 5:12) Al rico no lo deja dormir la abundancia. ¿Qué le sucede al que duerme espiritualmente? (Mat. 13:25) Viene el enemigo y le siembra cizaña en su vida. ¿Qué hicieron los apóstoles la noche cuando más los necesitaba el Señor? (Mar. 14:40-41) Los halló durmiendo.

Conclusión: Si el dormir físicamente nos priva de lo que sucede a nuestro derredor, porque no nos damos cuenta de nada de lo que ocurre, el sueño espiritual presenta los mismos síntomas. La persona está ajena de lo que sucede a su alrededor, no siente la bendición de Dios que fluye, no aprecia los milagros que ocurren, las conversiones, el progreso de la iglesia, no recibe nada y ésta es una condición muy peligrosa. La Palabra de Dios nos amonesta a despertar del sueño de la indiferencia (Efes. 5:14). No podemos vivir irresponsablemente, sentados y esperando sin hacer nada, buscando gratificación personal poniendo excusas para no hacer el trabajo del Señor. Cristo Jesús te quiere bendecir, te quiere dar Su luz, pero tú también debes quererla. Por lo tanto, despiértate de tu sueño y recibe la luz de Cristo para que veas (Apoc. 3:18-19).