Fecha: Junio 20, 2013

Tema: El mundo necesita la verdad curativa del Evangelio

Lectura: 2 Reyes 2: 19-22

Texto: 2 Corintios 5:17

Introducción: La Escritura nos presenta un notable contraste entre los profetas Elías y Eliseo. Esto se debe a que Dios levanta a hombres de acuerdo a los tiempos para dar la dirección que en el momento se necesita. Elías, por un lado, fue el profeta el cual barrió y acabó con los profetas del pagano culto a Baal procurando limpiar al pueblo de la crasa idolatría. Mientras que Eliseo, por el otro lado, fue un profeta bondadoso y querido en todo Israel. Elías fue un hombre solitario y de vivir en el desierto como Juan el Bautista, pero Eliseo vivió en la ciudad y se mezclaba con la gente. Los milagros que realizó Elías fueron milagros mayormente de juicio, mientras que los milagros de Eliseo fueron, como los de Jesús, milagros de misericordia y de bondad. Por último, Elías fue un profeta más bien temido, mientras que Eliseo fue amigo y consejero de reyes. Elías sembró el temor de Dios, mientras que Eliseo sembró el amor de Dios.

Punto 1. ¿Qué ciudad se cree fue esta el cual se habla aquí en 2 Reyes 2:19? (Josué 6:1 y 26) Se cree que fue la ciudad de Jericó el cual Josué había maldecido muchos años antes. ¿Quién la volvió a reedificar? (1 Reyes 16:34) Un hombre llamado Hiel de Betel fue el que la reedificó al precio de la maldición dada. ¿Qué problema tenían los de esta ciudad? (2 Reyes 2:19) Que las aguas eran malas y la tierra estéril. ¿Qué creen ustedes que implica (las consecuencias) esto de aguas malas y tierra estéril? Implica que había enfermedades físicas en los niños, mujeres y hombres y esterilidad en las mujeres, animales y aun el fruto de la tierra y en el fruto de los árboles. ¿Cómo salvó la situación el profeta Eliseo? (2 Reyes 2:20-21) Pidiendo una vasija nueva y un poco de sal y echando la sal en los manantiales de las aguas. ¿Cuál fue el resultado de esta acción de Eliseo? (2 Reyes 2:22) Las aguas y la tierra, que depende del agua, fueron sanadas milagrosamente.

Punto 2. ¿Qué dijo Cristo acerca de la sal a sus discípulos? (Mateo 5:13) Que los cristianos somos la sal de la tierra. ¿Qué representa entonces la sal? (Lucas 14:34-35; Colosenses 4:6) Representa nuestra conducta cristiana ante el mundo. De la misma manera que la sal contiene elementos curativos, preservativos y fija el sabor en lo que comemos, nuestra conducta relacional con el mundo que nos rodea debe ser de una vida discreta, un servicio diligente a Dios y al prójimo y un lenguaje edificante y lleno de gracia. La gente nos ve cómo vivimos y nos oye como hablamos.

Conclusión: Elías y Eliseo hicieron el trabajo para lo cual Dios los llamó en su época. Ahora nos toca a nosotros hacer el nuestro en nuestro tiempo y lugar. El mundo que nos rodea está enfermo con la enfermedad peor de todas, la del pecado. El evangelio es la verdad de Dios que sana el corazón enfermo. Cuando Cristo Jesús llega al corazón de la persona la perdona y la hace una nueva criatura. Pienso, que de todos los milagros que Dios realiza en una persona el mayor es el tomar a un pecador habituado a una vida de pecado, encadenado por el vicio, a la vida promiscua y convertirlo en una nueva criatura. El perdón, la sanidad interior, la sanidad física y la transformación a una nueva criatura, está a la disposición de todo aquella persona que abre su corazón para recibir al Señor Jesús como Salvador personal. El mundo que le rodea necesita la verdad curativa del evangelio de Jesucristo el Salvador y usted no puede callar.