Por: Rev Dr. Rafael Carattini

Fecha: octubre 17, 201

Tema: Necesitas Nacer de Nuevo

Lectura: Juan 3:1-15

Texto: Juan 3:7

Introducción: Nicodemo, un muy respetado líder religioso, vino a hablar con Jesús de noche con una aparente inquietud. Él le planteó una serie de inquietudes que él tenía con relación a lo que él había visto en el ministerio de Jesús. El día anterior Jesús había arrojado del templo a los mercaderes que habían convertido la casa de Dios en un gigantesco mercado. La gente, sin duda, se preguntaría: ¿Quién es este joven galileo que se levanta como un profeta de Dios? Sería Él enviado por Dios o es un simple lunático que reclama tener algún tipo de poder y revelación divina. Nicodemo comenzó diciéndole a Jesús que nadie podía hacer las señales que Jesús hacía a no ser que Dios estuviera con él. Jesús enseguida le señala a Nicodemo que lo que en realidad él necesitaba era nacer de nuevo. Aunque Nicodemo era muy religioso, como muchos hoy día, en realidad no entendía la verdad de la Palabra de Dios. Con Nicodemo Jesús establece un principio irrefutable para todo el mundo: todos necesitamos nacer de nuevo para poder entrar al reino de Dios. No hay alternativa. Hay que nacer de nuevo Sólo el Espíritu Santo lo puede realizar en ti.

Punto 1. ¿Qué debe hacer una persona que en verdad quiere acercarse a Dios? (1) (Marcos 1:15; (2) Lucas 13:3; (3) Hechos 3:19; (4) Hechos 17:30) Debe arrepentirse, creer y seguir a Jesús.

Punto 2. ¿Qué produce el arrepentimiento y la fe en Jesús?

(1) Produce en el creyente la justificación. Esto es el ser declarado justo por la justicia que sólo posee Cristo Jesús. (a) (Rom. 5:1; (b) Rom. 5:18; (c) 1Cor. 1:30)

(2) Produce el perdón de nuestros pecados (Hech. 3:19).

(3) Produce nuestro escape de la inminente condenación (Rom. 8:1).

Punto 3. ¿Por qué no podemos ser salvos por ser buenos o por nuestra buenas obras?

(1) Porque la Biblia dice que no es por obras, pues esto haría nulo el sacrificio de Cristo en la cruz (a) (Efes. 2:9; (b) 2Tim. 1:9).

(2) Porque ya el precio por nuestros pecados fue pagado en la cruz y nosotros solo tenemos que aceptarlo (a) (Isaías 53:5; (b) 1Cor. 6:20; 7:23).

Conclusión: Si ya Cristo Jesús logró e hizo todo lo que nosotros en realidad nunca hubiéramos podido lograr ni hacer, entonces es nuestra responsabilidad el aceptarle y recibirle en nuestro corazón para que el Espíritu Santo produzca en nosotros el nuevo nacimiento y se cumpla lo que dice la Palabra en 2 de Corintios 5:17 el cual dice: que "las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Necesitas nacer de nuevo y solo Cristo lo puede hacer. Ábrele tu corazón y acéptalo como tu Salvador personal y serás feliz aquí y en la eternidad.