Por: Rev. Dr. Rafael Carattini

Fecha: noviembre 14, 2013

Tema: Di a los Hijos de Israel que Marchen

Lectura: Éxodo 14: 5-15

Texto: Éxodo 14:15

Introducción: La vida del cristiano tiene que ser una vida de marcha continua. La marcha, por supuesto, debe ser hacia adelante y jamás hacia atrás. Retroceder no es marchar y no es bueno, porque no le agrada a Dios (Hebreos 10:38). La vida cristiana se asemeja a la salida del pueblo de Israel de Egipto cuando salió marchando triunfante hacia el mar rojo y con rumbo a la tierra prometida. (Ex 13:18) Dios, no obstante, los mandó a acampar junto al mar rojo porque tenía algo que enseñarles (Ex 14:1). Allí enfrentaron su primera prueba de su fe en Dios. Algunos, como el pueblo de Israel, creen en Dios cuando las cosas están buenas. Los israelitas salieron gozosos de Egipto, pero cuando se les presentó la primera prueba, ya querían regresarse. 

Punto 1.  ¿Por qué ordenó Dios a los hijos de Israel a acampar frente al mar rojo? (Ex 14:4) Porque Dios quería glorificarse aún más con el corazón duro de Faraón y del pueblo. ¿Por qué desmayó el corazón del pueblo de Israel? (Ex 14: 3, 9-10) Porque Faraón los perseguía con grande caballería y ellos estaban encerrados por montanas a lado y lado y el mar rojo por el frente. ¿Cómo intentó Moisés de animar al pueblo?  (Ex 14: 13-14) Diciéndoles que Dios los iba a salvar de la mano de los egipcios. ¿Humanamente hablando que opción tenían los hijos de Israel? Ninguna, solo rendirse a Faraón, empero en Dios tenemos  muchos recursos a  nuestra disposición.

Punto 2.  ¿Por qué hay que mantener la calma en los momentos difíciles de la vida? (Ex 14:14; Fil 4:6; Sal 91:14-16) Porque Dios ha prometido ayudarnos en todas nuestra angustias y librarnos de todo mal.  La desesperación produce trastornos físicos y emocionales que no son buenos puesto que afectan nuestra marcha espiritual.

Punto 3.  ¿Por qué tiene el cristiano que marchar hacia adelante siempre y nunca hacia atrás? (1Cor. 15:58) Porque el Señor lo dijo: que debíamos de mantenernos firmes, constantes y creciendo. La palabra el crecer quiere decir caminar, aprender, madurar y marchar, etc. (Lucas 9:62) Y porque habiendo puesto nuestras manos en el arado o manceras, no se puede mirar atrás sin pagar las consecuencias.

Conclusión: Nosotros, al igual que al pueblo de Israel en antaño, se nos manda a marchar hacia adelante aunque tengamos un mar rojo al frente nuestro. Por lo tanto, seamos obedientes y marchemos que de seguro obtendremos grande victoria. Adelante en la búsqueda de Dios, en  nuestra vida de santidad y en el esmero de tomar nuestro lugar en el trabajo del Señor.   Adelante sin murmurar ni criticar por el camino que Dios nos abre y con todo nuestro corazón sabiendo que Dios está con nosotros. Hosanna, marchemos en Su nombre que la tierra prometida nos espera.