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Por: Pastor, Rev. Dr. Rafael Carattini
Fecha: Marzo 28, 2013
Tema: Cristo lo conquistó todo
Lectura: Colosenses 1:20-22
Texto: Colosenses 2:14-15
Introducción: La palabra autoridad, que se define como potestad para dirigir u ordenar, nos recuerda lo que dice en Romanos 13:1 que "no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas." Por lo tanto, todos los depositarios de autoridad tienen ante Dios una profunda responsabilidad de cómo ejercerla. Jesús se lo recordó a Pilato en Juan 19:11. Dios le entregó a Adán la autoridad de gobernar sobre toda la tierra. Dios le dijo: "...sojuzgad y señoread sobre la tierra" (Gén. 1:26-28). Adán perdió su autoridad a un enemigo más fuerte que él al ceder a la tentación. Fue Jesús nuestro Salvador quien reconquistó lo que el diablo le había quitado a Adán. La Escritura nos dice en Hebreos 2:14 "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo." Jesús conquistó el paraíso perdido y nos ha dado poder en Su nombre para ejercer autoridad sobre todo poder del mal.
Punto 1. ¿Qué credenciales mostró Jesús para presentarse como el Mesías a los judíos y como el segundo Adán a la humanidad? (1) (Mateo 9:6-7) Su poder para perdonar pecados, (2) (Mateo 15:29-31) Su poder sobre toda enfermedad, (3) (Mateo 8:26-27) Su poder sobre la naturaleza, (4) (Marcos 3:11; Lucas 4:33-36) Su poder sobre los poderes malignos o demonios, (5) (Juan 11:43-44) Su poder sobre la muerte. ¿Cuáles fueron entonces las últimas palabras que Jesús diera a los discípulos antes de ascender a los cielos? (Mateo 28:18) Que toda potestad le era dada en el cielo y en la tierra.
Punto 2. ¿A quiénes les dio Jesús autoridad sobre todo mal? (Primero) Mateo 10:1, a los doce, (Segundo) Lucas 10:1 y 19, a los setenta, y (Tercero) Marcos 16: 15-18, a todos los creyentes en Cristo.
Conclusión: Cristo triunfó sobre todo principado y potestad en la cruz del Calvario. Por lo cual, Él está actualmente sentado a la diestra de Dios Padre en el cielo. Jesús ha delegado Su autoridad a los creyentes para que llevemos Su evangelio a toda criatura y para que tengamos victoria sobre todo mal en Su nombre. Grande es el privilegio que nos concede el Señor de ser Sus embajadores en el mundo, representándole en nuestra forma de vivir y diciéndole a nuestros familiares, vecinos, amistades y compañeros de trabajo, etc., lo que Dios ha hecho con nosotros y que puede hacer por ellos también.
Sólo Cristo es el camino de salvación para el hombre y la mujer. Sólo Él puede perdonar tus pecados, sanar tus enfermedades tanto físicas como espirituales. Él puede desatar las cadenas que atan tu corazón en la esclavitud del vicio y Jesús puede darte la felicidad que tanto has buscado en donde en realidad no está. Sobre todo, Jesús puede darte la esperanza de vida eterna con Dios. Cristo lo venció todo en la cruz por ti (Col. 1:20-22). Reconócelo, recíbelo, ábrele tu corazón hoy mismo y serás feliz.