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Por: Rev. Dr. Rafael Carattini
Fecha: noviembre 21, 2013
Tema: Vivir para Cristo debe ser la meta de nuestra vida
Lectura: Filipenses 3:7-14
Texto: Fil 3: 14
Introducción: Jesús vino a morir por nuestros pecados y abrirnos el único camino directo hacia Dios el Padre. El hombre al principio perdió el camino por causa del pecado. El camino a Dios había sido bloqueado para todos por la desobediencia de un hombre, por lo cual, la sentencia dictada fue sentencia de muerte eterna para todos (Rom. 3:23; 6:23). No había esperanza alguna, todos estábamos destinados a morir en condenación porque todos desde Adán nacimos con la mancha sucia del pecado (Salmo 51:5). Empero, la Biblia dice: "Mas Dios muestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5:8). Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo (2Cor. 5:19). Dios ahora nos llama al arrepentimiento por medio de Su Santo Espíritu, nos llama a venir a Él entregándole nuestro corazón y renunciando al pecado y al mundo. Para ser salvos de la ira divina, el cual se manifestará contra el pecado, es indispensable creer, aceptar y seguir a Jesús (Rom. 5:9).
Punto 1. ¿Tenía Pablo de qué gloriarse, alabarse o confiar en la carne? (vers. 5-6) Si, Mucho. Pablo, en cuanto a la ley, era intachable. Había recibido una intensa educación religiosa y poseía cualidades que lo ponían en las primeras filas de sus conciudadanos de su época. ¿Y por qué persiguió Pablo la iglesia Cristiana? (1 Tim 1:13) Lo hizo por ignorancia y en incredulidad. ¿Por qué renunció Pablo a su vida pasada y al mundo? (ver. 7-8) Pablo renunció al mundo y a todos sus privilegios porque encontró a Cristo lo cual él consideró que era muchísimo mejor. ¿Qué fue lo que Pablo consideró como basura en el verso 8? Todos los privilegios que el mundo le podía ofrecer como ciudadano modelo de su país de Israel. Lo consideró todo como algo sin importancia que inclusive se podía tirar a la basura.
Punto 2. ¿De cuál conocimiento hablaba Pablo en el verso 8? Pablo no estaba hablando de un conocimiento meramente intelectual, sino más bien del conocimiento personal, íntimo y espiritual de Jesús. ¿Cómo es que venimos a ser semejantes a Cristo? (verso 10-11) Venimos a ser semejantes a Cristo por medio de nuestra resurrección espiritual con Él, o sea, cuando morimos al pecado y andamos en nueva vida. Esto es también simbolizado por el bautismo en agua.
Punto 3. ¿Cuál debe ser entonces la meta del creyente en Cristo según estos versos? (1) Ser hallado en Él fiel. (ver. 9) (2) No tener nuestra propia justicia que es por la ley, sino la de Cristo que es por la fe. (ver. 9) (3) Conocer más a Jesús (ver. 10). (4) De seguir siempre a Cristo como nuestro premio. (ver. 14)
Conclusión: Leer a Colosenses 3: 1-10.