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Por: Rev Dr. Rafael Carattini
Fecha: enero 16, 2014
Lectura: Hebreos 11:1-7
Tema: La Fe Crece Cuando la Ejercitamos
Texto: Romanos 10:17
Introducción: Todos tenemos cierta medida de fe natural. La fe natural es aquella que usamos cada día cuando dependemos de algo o de alguien. Como por ejemplo: cuando dependemos del carro, del mecánico, del doctor, del supermercado y de la electricidad, etc. La fe natural se alimenta de las circunstancias, de lo que se ve o se puede palpar con las manos o lo que sentimos físicamente. Cuando algunas de estas cosas de las cuales dependemos o le ponemos fe fallan, nos molestamos. En contraste está la fe espiritual la cual mueve montañas de dificultades, la que lo vence todo y que no todos la poseen. Esta fe espiritual, si es genuina, no falla porque Dios se ha comprometido con el que cree cuando dijo: "Conforme a vuestra fe os sea hecho” (Mat. 9:29).
Punto 1. ¿Cuántas clases de fe espiritual hay? Existen varias clases de fe, empero solo hemos escogido tres, (1) la fe salvadora (Hechos 16:30-31), (2) la fe sanadora (Santiago 5:14-16) y (3) la fe que obra milagros (1 Cor. 12:10). ¿Cómo se alimenta la fe espiritual? (Rom. 10:17). Se alimenta con la Palabra de Dios.
Punto 2. ¿Qué es tener fe en Dios? (Hebreos 11:1,6). Tener fe en Dios es creerle a Dios, es la certeza de que Dios existe, que es real y que lo que Él ha prometido se cumplirá y será hecho al pie de la letra… ¿Cómo crece nuestra fe? (Rom 10:17) Nuestra fe crece cuando la cultivamos y alimentamos con la Palabra de Dios y la comunión con Dios.
Punto 3. Nosotros podemos alimentar nuestra fe oyendo, leyendo y practicando la Palabra de Dios, pero ¿cómo lo hacen aquellos que no la oyen, leen, o practican la Palabra de Dios? (Rom 10:14). No pueden alimentar y crecer en fe si no hay quien les predique y les enseñe la Palabra de Dios. ¿Puede alguien ser salvo sin creer en Dios y Su Palabra? Rom 10:9, 11, 13,14; Heb 11:6. No, no es posible ser salvo sin poner nuestra fe en Jesucristo. Hay que creer que Dios existe, hay que creer que Jesucristo es el Señor y el Salvador nuestro y que somos pecadores, etc.
Conclusión: Alimentemos nuestra fe diariamente con la lectura privada de la Palabra de Dios y con nuestra asistencia al templo y al Silo o grupo familiar para que crezcamos en fe cada día más. También debemos llevarle el mensaje de la Palabra de Dios a los que no conocen para que ellos al igual que nosotros conozcan al Señor Jesús y sean salvos. Todos tenemos la orden de ser portadores de la Palabra de Cristo para que el mundo que no lo conoce tenga fe en Él y sea salvo.